a adicción es un comportamiento compulsivo para realizar alguna cosa en específico dejando las actividades cotidianas ya sean obligatorias o placenteras de lado, sin embargo el adicto no posee control sobre la conducta impulsiva, aunque éste quiera parar no es capaz de hacerlo y los resultados se ven reflejados en su vida diaria y en las relaciones con lo que le rodean.

La adicción al sexo es un proceso progresivo de una necesidad de mantener un comportamiento sexual continuo, de tal forma que resulta ser excesivo, traduciéndose a una necesidad incontrolable por tener experiencias sexuales diversas. El comportamiento sexual se refiere a la conducta masturbatoria, a la pornografía de cualquier tipo, llamadas a líneas eróticas hasta el acto sexual o coito, aunque no es necesario que presente todas las actividades pues en ocasiones puede referirse a una sola o varias.

El parámetro para poder decir que la actividad sexual de un individuo es excesiva está todavía poco definido, ya que depende de cada persona el poder delimitar si ésta es poca, media o mucha, lo cual se debe a que el deseo sexual de cada individuo varía según sus creencias, edad y estilo de vida. Por lo que se toma como punto de partida si el comportamiento sexual de un sujeto causa incomodidad hacia sí mismo y/o los demás o impide un óptimo funcionamiento dentro del esquema social, en otras palabras si hace que su vida gire en torno al sexo.

Es probable que la adicción comience en el plano de los pensamientos, ya que éstos giran alrededor del sexo, lo que hace que la persona busque el placer o satisfacción sexual con los recursos que tenga a la mano, el primer problema se presenta en el mismo sujeto ya que en la mayor parte de las ocasiones, después de realizar la actividad sexual (independientemente si se refiere al coito, a ver pornografía o masturbación) le sigue una serie de sentimientos desagradables como son la desesperación, la vergüenza, soledad, falta de esperanza, culpa, ansiedad, estrés, arrepentimiento que desencadenan que el comportamiento sea insatisfactorio.

Sin embargo, es la misma insatisfacción y malestar lo que los orilla a seguir buscando una forma de sentirse bien y buscan de nueva cuenta en la sexualidad. Este tipo de actos afecta a la persona en diferentes esferas, como es la laboral, escolar, familiar, social, entre otras.

El mayor problema se presenta en que paulatinamente la satisfacción inmediata va desapareciendo y el individuo comienza a buscar nuevas formas de encontrarla, de tal forma que empieza a realizar actividades más continuas, diversas y hasta riesgosas como realizar el coito con diferentes parejas en lapso corto de tiempo, no usar protección adecuada, exponer la integridad de sí mismo y de la persona involucrada, hasta tener problemas con la autoridad.

Regularmente la adicción al sexo comienza o se puede detectar en la adolescencia y durar por muchos años, sin embargo no hay persona que esté exenta de presentarla después. Tampoco hay una distinción entre hombres y mujeres, aunque regularmente se presenta más en los varones, pero no hay evidencia de la razón. Se ha pensado que quizá se deba a la cultura y educación que se le da a ambos sexos.

La adicción al sexo requiere de ayuda especializada, regularmente existen secuelas a nivel orgánico, sin embargo son a largo plazo y no ponen en riesgo la salud de la persona. Éste fenómeno debe ser atendido por psicólogos, psiquiatras y/o sexólogos, aunque también el apoyo de la familia suele ser importante en su tratamiento.