n la vida de cada ser humano está presente el estrés, el cual se identifica mediante un conjunto de reacciones biológicas y psicológicas que se expresa a través de comportamientos como estados de pánico, agresividad o cambios de animo (ansiedad, miedo, ira, depresión etc.), estos desordenes se presenta como parte de un proceso de afrontamiento ante una situación de amenaza.
Teniendo en cuenta el nivel socieconómico, el género, la edad y que, en cada persona varia la experiencia previa, podemos mencionar que también se diversifica el concepto de una situación amenazante que puede ser producida por algún agente del medio ambiente psicológico, social, cultural y/o físico; es decir, los individuos responden de manera diferente ante los mismos sucesos. Algunos parecen insensibles a los estímulos estresantes, al tiempo que otros son en especial vulnerables a factores que producen desequilibrio personal.
Ahora bien, cuando hablamos de que una persona enfrenta un acontecimiento trágico, podemos referirnos desde vivir la perdida de un ser querido, sufrir algún abuso físico hasta una pérdida material como un auto, el trabajo, entre otras cosas, y por lo general la persona experimenta un grado de estrés; pero cuando estas perdidas, son provocadas por desastres naturales (huracanes y terremotos) como los que se han presentado en los últimos años, suelen causar un mayor estrés en los sobrevivientes, los cuales desarrollan ciertos síntomas característicos al que se le ha dado el nombre de Trastorno de Estrés Post-Traumático (TEPT). El cual es un desorden de ansiedad que se presenta en las personas que han sido expuestas a un evento extremadamente estresante, el cual evoca sentimientos de miedo intenso, desamparo u horror (1).
Sin embargo, cuando este estrés es percibido por la persona como una situación que sale de su control, puede llegar a ser traumatizante y se llegan a presentar una serie de signos y síntomas que en seguida se describen:
- Incremento en la presión sanguínea y como consecuencia, dolores de cabeza,
- Vasoconstricción periférica y lo conlleva a que los pies y manos se sientan fríos,
- Taquicardia y problemas relacionados con el corazón (hipertensión arterial),
- Aumento de la secreción gástrica lo cual trae consigo problemas gastrointestinales,
- Aumento de la actividad eléctrica muscular que produce dolor de hombros y de espalda,
Incremento en la respuesta galvánica de la piel (sudoración) y boca seca.