a intimidad sexual, no implica el simple acto de tener sexo por placer o de estar junto a la pareja, ya que puede existir un acercamiento corporal sin haber una conexión emocional, mental y afectiva.  La intimidad sexual, va mas allá de lo que siempre nos imaginamos al escuchar su nombre, tiene que ver con una interacción de sentimientos, emociones, gustos, sensaciones y deseos, que abren la puerta de la confianza a la intimidad.

No solo resulta ser un acto que genera placer, sino que también genera una forma de comunicación en la pareja, ya que una de sus finalidades, tanto de la comunicación, como de la intimidad, es la de establecer contacto entre dos personas. En este acto  se da una comunicación verbal, gestual y corporal. Se debe estar al pendiente de lo que al otro le gusta o desea, pero también de lo que uno mismo quiere. Para que eso se lleve acabo, es necesario que primero exista confianza en uno mismo y en el otro.

La confianza se define como la seguridad o esperanza firme que alguien tiene de otro individuo o de algo. Sin embargo no todas las parejas tienen la suficiente confianza para hablar de su intimidad y mucho menos para llevarla acabo de forma placentera.

Anteriormente, era mal visto hablar de sexualidad, y en algunos casos llegaba a ser castigado. Es normal que no se tenga la suficiente confianza para hablar de temas que para algunas personas son considerados malos, sucios o prohibidos. Es común encontrar ciertos obstáculos que impiden ejercer la intimidad debido a temores personales, prejuicios, miedos, críticas, o miedo a ser un motivo de burla. Pero se sabe que actualmente ya se está abriendo camino para poder hablar más de estos temas. Es más fácil encontrar información de estos temas en libros, revistas, conferencias, programas de radio y de televisión. Por esto mismo es importante considerar hablar con nuestras parejas acerca de lo que nos gusta y no nos gusta, de lo que deseamos y de lo que sentimos, para que la relación sea más cercana y de confianza.

La intimidad es un momento oportuno para acercarse más, para desenmascarase frente a la pareja, para unirse y para fortalecer la relación. Llegar a un momento de satisfacción, se logra también a partir de una empatía sentimental, romanticismo y comunicación abierta.

Pero no olvides que la intimidad no inicia con el otro, si no con uno mismo, por esto necesitamos conocernos primero, para poder decirle al otro lo que yo quiero, aprender a querernos a respetarnos y gustarnos a nosotros mismos. Conocer tu cuerpo y sensaciones sin prejuicios, ayudaran al conocimiento personal.

• Trata de hablar libremente y sin tapujos con tu pareja sobre tus preferencias, expectativas, deseos y necesidades en la intimidad.
• Hazle saber si algo no te está gustando y proponle como mejorarlo.
• Intenta conocer más a tu pareja y abrirte a nuevas posibilidades que te proponga.
• No olvides que es importante la estimulación física pero también la emocional.

“Recuerda que el otro, no es el único responsable de tu placer y satisfacción en la intimidad. Tú eres el primer responsable”