l cáncer es una enfermedad que en la actualidad ocupa los primeros lugares como causa de muerte en México, ya sea en niños o adultos, sin embargo también podemos encontrar que esta enfermedad puede ser curada en un 75% si el diagnostico se realiza a tiempo

Pero en cualquiera de los dos casos la asistencia del medico especialista es primordial, al igual que el del psicólogo dado  que las personas que padecen  esta enfermedad presentan cambios físico y psicológicos en mayor o menor grado con base al pronostico, la edad y el papel que desempeña en la familia, así como los familiares que lo acompañan durante la lucha para lograr una curación o simplemente mejorar la calidad de vida.

En nuestro país, la psicooncología es considerada de manera no oficial una subespecialidad de la Oncología que se interesa específicamente en los aspectos psicosociales y psicobiológicos en los pacientes y familiares (trastornos emocionales que afectan la conducta del enfermo y su entorno, generados por  la enfermedad o los distintos tratamiento), así como en la investigación de los cambios que sufren estos mismos para relacionar el vínculo entre los factores psicosociales y la evolución o sobrevida en enfermos de cáncer.  (1,2)

El apoyo psicológico que debe recibir un paciente con cáncer es fundamental desde que ingresa al ambiente hospitalario, al informar su diagnostico, durante el tratamiento y la vigilancia o como parte integral del cuidado paliativo al final de la vida si no se logra la curación; cada vez que se inicia una de estas etapas los pacientes así como sus familias se enfrentan a una serie de circunstancias complejas y difíciles de comprender o aceptar, los cuales producen cambios emocionales que pueden repercutir en el futuro. Por lo tanto la atención psicológica servirá de apoyo a los médicos y familiares al momento de tomar decisiones que favorezcan la calidad de vida del paciente.

Cuando hablamos de cáncer también hablamos de un tratamiento en donde si la persona no posee suficiente información para comprender lo que le esta sucediendo puede llegar a abrumarse emocionalmente y, en el contexto médico, las emociones fuertes como el miedo, la ansiedad y el enojo pueden volver a una persona incapaz de colaborar con los médicos, enfermeras y otro personal de salud e incluso perjudicar activamente su tratamiento, por ejemplo incrementando el uso de analgésicos(3), por eso es importante que el psicooncólogo intervenga desde el diagnostico hasta la recuperación física y emocional.

Para esto diversos autores han formado modelos de intervención, con el objetivo de que el trabajo interdisciplinario favorezcan al paciente, en estos modelos principalmente se menciona que el abordaje debe ser en:

• Hospitalización y estudios de gabinete.
• Diagnostico.
• Tratamiento.
• Si existe recaída
• Fuera de tratamiento.
• Etapa de vigilancia.
  

El psicólogo especialista que intervenga en cualquiera de estas etapas, debe tener en cuenta la edad del paciente o familiar, estado cognoscitivo, cultura, creencias, religión etc., por otra parte debe tener una comunicación constante con el medico oncólogo, con el objetivo de proporcionar y manejar la misma información al paciente o familiar lo cual favorecerá la adherencia al tratamiento, esto también se logrará con la ayuda de técnicas que proporcionará el psicooncólogo, tales como:

• Aplicación de técnicas como psicoeducación.
• Técnicas de respiración diafragmática, imaginaria o relajación.
• Intervención en crisis cada que sea necesario.
• Modificación cognoscitiva (si es que el paciente o familiar presenta ideas contrarias respecto al pronóstico que en ese momento maneja el equipo medico).
•  Modificación de hábitos en casa o en el ambiente hospitalario, los cuales favorecerán durante el transcurso del tratamiento, estas costumbres rutinarias pueden ser con referente a la limpieza, alimentación o trastornos de conducta.

 

De alguna manera con este seguimiento no solo se favorece al paciente y a su familia para que perciba menos amenazante la enfermedad, es decir, también benefician al resto del personal de salud en cuanto a que las personas afectadas por este padecimiento colaboren y no retracen su tratamiento. Así pues, permitiendo que esta profesión sea cada vez más, asumida y aceptada en el entorno médico y social estableciendo bases para su desarrollo y consolidación.