l ser humano a través de la historia ha buscado diferentes formas de comunicarse más rápidamente, más fácilmente y más efectivamente, el primer paso fue por medio de cartas las cuales podían ser trasladadas por animales o por las mismas personas.

Esta forma de comunicación fue muy usada durante muchos años, con el paso del tiempo, el ser humano fue creando diversos métodos para simplificarse la vida, en este avance descubrió que la tecnología que iba creando serviría mucho más que para dar luz por las noches.

En el siglo XIX surgió un invento que revolucionaria la comunicación: el telégrafo; a partir de este instrumento se crearían nuevas y mejores formas de acelerar la conexión entre los seres humanos, así surgió el teléfono fijo, posteriormente la radio que sería la forma más importante de comunicación masiva durante muchos años.

En décadas posteriores emergería un nuevo invento sin precedentes después de la fotografía: la televisión, la cual ha significado hasta el día de un instrumento para multiplicidad de fines, desde el entretenimiento de horas de ocio, hasta comunicación.

Su uso se extiende a todas las partes del mundo, ya que casi no hay hogar que no tenga por lo menos una televisión, lo cual representa un arma de dos filos ya que puede ser de gran utilidad para conocer lo que pasa alrededor del mundo, entretener a los hijos, disfrutar de un momento agradable así como enajenarse a tal punto que se convierte en una adicción.

Popularmente se conoce que las adicciones tienen que ver con sustancias psicotrópicas o drogas, sin embargo posee más elementos que la parte orgánica, pues la adicción se manifiesta en nuestro comportamiento como un impulso a hacer algo que resulta difícil de controlar o detener, por lo que la persona se ve afectada en todos los ámbitos de su vida: familiar, laboral, económica, social, escolar e individual.

La adicción puede ser a varias cosas, la más común es a las drogas, pues sus efectos a nivel social son los más evidentes a corto plazo, ya que involucra mucho más que a la persona que consume, implica dinero, familias e intereses.

Sin embargo las investigaciones han demostrado que una persona se puede hacer adicta al juego, a robar, a mentir, al sexo e inclusive al trabajo. La televisión no se queda a tras, hoy en día representa un problema más grave de lo que aparenta ser, ya que no afecta únicamente a personas adultas, sino que ésta se presenta también en los niños.

La adicción es dañina ya que la persona afectada deja de hacer actividades cotidianas para dedicarse únicamente a aquella placentera y no es capaz de disminuirla aunque posea la firme decisión de hacerlo.

La complicación está en que, incluso en la adicción a actividades como ver la televisión, existe una habituación y un aumento de la tolerancia hacia aquello que se realiza; por ejemplo, ver la televisión sin descanso resultará en dolor de cabeza debido a la luz que golpea a la retina constantemente y a los impulsos eléctricos a nivel cerebral que se generan, el adicto a la televisión va a soportar mejor y por más tiempo esos estímulos conforme pase el tiempo, lo cual resultará a largo plazo en un daño importante orgánico

.Su necesidad de ver la televisión aumentará gradualmente y dejará de realizar actividades importantes, primero a nivel interpersonal, pues se aislará de la gente con quien solía estar incluyendo la familia y amigos, posteriormente disminuirá su rendimiento escolar o laboral resultando en deserción o despido ya que únicamente es capaz de pensar en el momento en que podrá estar de nuevo ante la televisión, de esa forma se irá deteriorando la calidad de vida de quien lo padece.

Como toda adicción es importante su detección y tratamiento, el cual tendrá que ser con profesionales capacitados, la adicción a la televisión no es algo que se desarrolle de la noche a la mañana, es un proceso en el cual intervienen muchos factores y es importante tener en cuenta que es una actividad pasiva que no requiere de gran esfuerzo, no es necesario invertir dinero constantemente para disfrutar de ésta y aporta programas diseñados para satisfacer los gustos de la mayor parte de las personas, lo cual la convierte en problema que está velado por la cotidianeidad de la vida diaria.

Debido a lo anterior es necesario tomar en cuanta si el tiempo que pasamos frente al televisor es mayor al que pasamos realizando otras actividades, si por ver el aparato dejamos de hacer las diligencias obligatorias o inclusive las placenteras o incluso si sentimos una necesidad mayor de estar frente a esta la mayor parte del tiempo será necesario consultar a una profesional.