s interesante como los psicólogos todo convierten en síndromes, trastornos o enfermedades, pero la verdad es que lo que vemos en la televisión no esta tan lejos de la realidad, de lo que las personas viven y de lo que padecen, por el contrario me atrevería asegurar que la realidad sobre pasa la ficción.
En este caso hablare de las características de lo que le han denominado Síndrome de Peter Pan. Para empezar hay que aclarar que un síndrome es un conjunto de signos (la conducta de una persona) y síntomas (lo que la persona siente y por ende no lo podemos ver), con lo anterior me refiero a que un síndrome son ciertas conductas y sentimientos que experimenta una persona a consecuencia de algo que lo genera (una etiología).
Por lo tanto, este síndrome hace referencia a aquellas personas que no quieren o se sienten incapaces de crecer, tienen un cuerpo de adulto pero una mentalidad infantil. Es decir, tienen miedo de hacerse responsables de todo lo que implica ser adultos, normalmente puede observarse a la persona llena de confianza y satisfacción, sin embargo, esto les sirve de antifaz para ocultar su temor a ser rechazados e inseguridad.
Los estudios de este padecimiento comenzaron con el psiquiatra Eric Berne en 1966 cuando se dio cuenta de ciertas actitudes en los adultos similares a la de los niños, es decir, personas que sólo les importaba satisfacer sus necesidades. Los años siguientes se realizaron investigaciones con relación a este tema y fue hasta el año de 1983 que el psicólogo Dan Kiley lo bautizo como Síndrome de Peter Pan, conocido también por sus siglas SPP.
El Síndrome de Peter Pan puede darse en ambos sexos, aunque es más frecuente entre los hombres.
Algunos autores establecen que el SPP se propicia por la sobreprotección que los padres someten a los hijos, lo que ocasiona que no desarrollen suficientes habilidades para enfrentar la vida y se conviertan en personas dependientes.
