a gama de estudio de la psicología es considerablemente extensa. De manera muy escueta la referiré como aquello que se ocupa de lo humano: comportamiento, ideas, pensamientos, aprendizaje, creaciones, etcétera.

El objeto de la psicología del arte es sencillamente el estudio del fenómeno artístico, sin embargo, una vez que se inicia el análisis o la reflexión bajo esta rama, aparecen de forma casi serial, variables que exigen un cierto grado de resolución que dificultan la tarea. Dichas variables pertenecen tanto al objeto de estudio como al método que se utilizará para acercarse a éste.

Para acceder al fenómeno artístico la psicología lo desglosa en 3 elementos básicos: el creador, la obra y el espectador.

Al Sujeto Creador, se le aborda como un sujeto digno de atención en tanto que exista un proceso creador en él; se le estudia por medio de factores tales como personalidad, elementos psicodinámicos, proceso creativo y/ o creador, motivaciones, aspectos sociológicos que le influyen, psicopatología, e incluso neuropsicología.

Para la psicología el estudio del sujeto creador es un terreno relativamente conocido y a pesar del misticismo (ya ancestral) que rodea a la figura del artista, se le ha acercado desde sus muy diferentes perspectivas y métodos de estudio, analizándolo como así lo haría con cualquier otro sujeto pero haciendo siempre énfasis en su cualidad creadora.

Existe otro sujeto implicado en el fenómeno artístico, aquél en quien resuena la obra, el espectador, así denominado en casi toda la literatura referente a psicología del arte.

Personalmente encuentro que el término espectador hace énfasis en la percepción visual del arte sesgando de alguna manera el estudio de este sujeto a lo visual y haciendo a un lado manifestaciones artísticas como la musical. Así, el término receptor me parece más adecuado para denominar a este sujeto.

El receptor es aquél sujeto que por medio de sus sentidos establece una relación con la obra ya terminada. Esta relación es de carácter estética y psicológica. En esta relación el sujeto receptor, influido o determinado, por el contexto histórico social en el que le ha tocado vivir, por sus propias motivaciones, por su historia personal y por su estructura psíquica única; siente la obra y la juzga. Puede parecerle bella, fea, sublime, dramática, trágica, cómica o grotesca. Es decir le asigna una categoría estética. El estudio de la psique del receptor pertenece a la psicología y el de las categorías estéticas que asigna a la obra a la estética.

El estudio del receptor, es también un terreno familiar a la psicología y que no le plantea variables en extremo diferentes al estudio de otros sujetos.

El tercer elemento es la obra, que desde mi particular punto de vista, es el mayor problema para esta rama y también el elemento menos estudiado del fenómeno artístico desde la psicología.

Para la psicología la obra es, una creación material resultado de las mociones psíquicas del autor, y aunque se entiende que ésta atiende a criterios formales y estilísticos, éstos rara muy vez son estudiados.

Al estudiar la obra, la psicología se ocupa básicamente de la percepción de los elementos formales de la misma, su contenido manifiesto y en contadas ocasiones del latente (Por ejemplo, la creación de simbolísmos propios del autor como resultado de mecanismos psicodinámicos inconscientes).

Al contrario de los sujetos receptor y creador, el análisis la obra es un campo “nuevo” a la psicología, un campo inexplorado por ella pero sí por otras ciencias.

La obra plantea problemas ontológicos, axiológicos, estilísticos y estéticos que aún generan fuerte discusión en los campos que los estudia como la filosofía, las ciencias sociales, la historia del arte, etcétera, mismos que hasta ahora la psicología ha obviado.

Uno de esos problemas de estudio es la ontología propia a la obra y al artista.

En psicología el sujeto es creador si, sólo si, existe obra hecha por él, pero esto no implica que el sujeto sea un artista. Así el estudio psicológico evita hablar de artistas (a menos que sean consolidados) y en cambio habla de sujetos creadores evitando con éllo verse inmiscuida en interrogantes que históricamente han pertenecido a otras ciencias, tales como; qué es y qué no es arte, cuáles son los criterios que convierten a una obra en obra de arte, en qué radica su valor como obra artística, etc.

Comparada con otras ramas, la psicología del arte es de alguna manera joven: los sujetos son de alguna manera “bien” cubiertos por la psicología, pero la obra es obviada y la literatura acerca de la psicología del contenido formal de la obra es escasa.

La psicología del arte quizá pueda consolidarse como rama de la psicología aún si ignora este tercer elemento. Pero lo haría siendo una rama cobarde que prefiere no ver aquéllo que no puede entender.

Autores como Rudolf Arnheim, Sigmund Freud y Ernest Kris, demuestran que sin importar la corriente psicológica con la que se analice la obra de arte, ésta si es accesible a la psicología en tanto que se conozca de elementos formales de la obra, filosofía, estética, percepción, es decir en tanto que haya un estudio interdisciplinario cabal.

La psicología no basta por sí misma para entender la obra de arte y requiere de un esfuerzo mayor para comenzar a acercarse a ésta, uno que rebase la relación de la interdisciplinariedad.

  Agradezco sus comentarios, además de sus propuestas de temas e incluso participaciones a marlitt@psique.com.mx